El Desencanto

Me quedé pensando en tu método Silvina. Ojalá estuvieras aquí para poder verte en plena acción. Me parece que solo funciono con ejemplos y para aprender, primero tengo que ver…ya me pasó con: ¿Cómo pescar? ¿Cómo escribir? ¿Cómo pintar? y hasta… ¿Cómo volar? Aunque suene a puras locuras.
Creo que sigo perdiendo el tiempo, debería hacerte caso y madurar, pero con el correr de los días todo se complica, desde vencer el sueño por las mañanas hasta caer rendida a él por las noches. Y en los sueños, ni te cuento!! Solo revivo mi caos interno en policiales que no tienen buen final.
Ayer contemple una palabra “Desencanto”. Crees que funcionará? Muy sugestiva no?
Hasta diría que es muy…tuya…como se te escapó!!
Casi puedo leerla junto a tu nombre. Incluso no tendría problemas en cedértela. Pero sabes, no pude seguir. Experimente ese tipo de bloqueos mentales. Me rendí antes de encontrarle un buen lugar entre las demás letras.
Ah, se me olvidaba, el mar sigue aterrándome (olas blancas y la luna mirándome desilusionada) no sé como soportas esos viajes tan largos.
Nunca seré como vos ni tendré tu sabiduría. Pero hay una cosa para lo que soy buena y no necesité maestros… o no ves que gracias a eso estás leyéndome con tus anteojos blancos en ese bonito sillón estampado con flores color salmón junto a la ventana y tomando ese café tan amargo como el sabor del desencanto. Porque la cara de sorpresa? No sabias eso de mi?
No te preocupes, también me lo imaginaba.



FELIZ DIA DEL LIBRO!!!!